James Bulger fue un niño de dos años que fue secuestrado, torturado y asesinado en 1993 en Liverpool, Inglaterra. Bulger fue secuestrado por dos chicos de 10 años, Robert Thompson y Jon Venables, quienes lo llevaron de un centro comercial a unas vías de tren abandonadas donde lo golpearon y asesinaron.
El caso generó gran conmoción y revuelo mediático en el Reino Unido debido a la brutalidad del crimen y la edad de los perpetradores. El asesinato de Bulger también provocó un debate sobre la responsabilidad de los niños en el sistema legal, ya que Thompson y Venables fueron juzgados como adultos y condenados a prisión.
Después de cumplir ocho años de su condena, Thompson y Venables fueron liberados bajo identidades protegidas en 2001. Sin embargo, en 2010, Jon Venables fue arrestado nuevamente por posesión de imágenes indecentes de niños y reincarcerado. Desde entonces, ha sido liberado y reincarcerado varias veces debido a diferentes delitos.
El caso de James Bulger sigue siendo recordado como uno de los crímenes más impactantes del Reino Unido y ha llevado a cambios en la legislación relacionada con el enjuiciamiento de delincuentes juveniles. La madre de Bulger, Denise Fergus, ha trabajado incansablemente para mantener vivo el recuerdo de su hijo y abogar por los derechos de las víctimas.
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